sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Cuándo dejar a tu pareja?



Esta es una pregunta que a veces ronda en el aire por mucho tiempo. Cuando te sientes indeciso o no tienes la claridad para tomar la decisión de dejar a tu pareja, puedes girar en torno a esta situación por un periodo muy extenso, creándote un consumo de energías de importancia que puede afectar muchas aéreas de tu vida, incluyendo tu salud física.

En realidad, no podemos afirmar que debes apresurarte en tomar la decisión, aunque ésta parece estar presionándote, doliéndote y dañándote por dentro. Es preferible tomar el tiempo que necesitas, aunque las cosas puedan presentarse muy pesadas y complicadas, para descubrir lo que está sucediendo. Tus dudas existen por alguna razón y te veras increíblemente fortalecido cuando te adentres en la situación en vez de preferir escapar del dolor rápidamente, desaprovechando la oportunidad de aprender lo que va ser de mucha utilidad en tu vida personal y/o cuando vuelvas a tener una pareja.

Cuando te decides a mirar en profundidad, descubrirás temas de mucha relevancia para tu vida, los que jamás hubieras encontrado si no estuvieras experimentando esta situación. La existencia te está presentando una maravillosa oportunidad para conocerte mejor, crecer, fortalécete y hacer los cambios interiores que te harán más libre y feliz, sea cual sea la decisión que puedas tomar al respecto de tu separación.

Si te sientes dudoso respecto a tu decisión, es porque estas dudoso de lo que deseas para ti y sientes dudas respecto a las expectativas que tienes a cerca de tu relación de pareja. Si estuvieras claro,  ya habrás tomado la decisión.

Cuando te enamoras, lo haces en la medida de que esa persona especial calza dentro de tus propias expectativas personales, pero también calza dentro de la expectativa de los posibles potenciales que tiene la persona amada. En un inicio la relación se siente maravillosa y fluida porque ambos están en la resonancia perfecta. Con el tiempo las relaciones se van moviendo, los  integrantes de la pareja comienzan a mostrarse en profundidad, mucho más abiertamente, existe mas confianza y se van manifestando las verdaderas personalidades. Además, como es de esperar, las personas van creciendo y la relación se va modificando obligatoriamente, buscando su nuevo equilibrio.

Nuestro ego trata de conquistar a la persona amada haciendo destacar lo que consideramos son nuestras virtudes y tratando de esconder lo que nos parece menos agradable. Sin embargo, esto juega en contra de una relación de cooperación y generalmente este juego de los egos, desestabiliza en gran medida la relación. La pareja puede lograr sobreponerse a la apertura de las profundidades de cada personalidad sin grandes inconvenientes si existe la disposición para ello y si esta apertura no muestra condiciones que superan los niveles de aceptación para la pareja. Por ejemplo, una mujer puede llegar a la visualización de que su pareja es un mujeriego. Para algunas mujeres esta situación es motivo suficiente para hacer la ruptura de la relación, para otras puede ser motivo de sufrimiento sin que llegue a tomar la decisión de hacerlo y hasta puede lograr restablecer la buena relación después de un tiempo. ¿Quién puede determinar lo que es correcto?

Las relaciones de pareja se presentan como un misterio a quien quisiera entenderlas de un modo analítico y lógico. Estas no se manejan en términos de la razón, más bien se mueven en las esferas sublimes del amor universal y por su mediación pueden ocurrir cosas extraordinarias al interior de la pareja, que no pueden ser predichas por ningún experto. Se entrelazan tantos temas, razones, motivaciones, experiencias, creencias, dudas, expectativas y lecciones de vida, que nadie ajeno a la pareja puede llegar a decidir qué es lo que se debe hacer. En realidad, solo los integrantes de la pareja pueden resolver y especialmente la persona que está mirando la posibilidad de querer terminar la relación. Solo ella puede llegar a concluir que es necesario dejar a su pareja.
Puedes buscar y recibir consejos de personas, pero en realidad la decisión nacerá dentro de ti cuando hayas logrado establecer tus límites de aceptación. Esa es la cuestión. Aclarar tus propios límites. Cuando logres establecer lo que realmente te importa, las cosas se te facilitaran enormemente. Puedes llegar a concluir que tal o cual queja no es significante, que solo se trataba de una exigencia por ego. Pero también puedes llegar a concluir que tal o cual queja era muy significativa y que ya no estás dispuesto a seguir con esa limitación que te impide crecer y desarrollarte como ser humano.

Cuando conociste a tu pareja estos límites estaban en un nivel determinado. Al ir conociendo mejor a la persona esos límites pudieron verse afectados y si tú has ido creciendo, esos límites pueden ser más exigentes ahora. Por ejemplo, es posible que tu pareja  esté impidiendo que puedas realizarte como persona debido a sus constantes celos. Puedes llegar a determinar que tu vida puede continuar pese a esa perturbación y a todos los inconvenientes, seguirás estando ahí pese a todas las quejas de tu pareja. Sin embargo, también puedes llegar a concluir que ese peso de energías no es necesario de llevar, es posible que busques las ayudas para ambos y tratar de superar el problema, puedes llegar a la conclusión que tu relación no puede estar basada en escenas de celos que rompen la confianza y aniquilan la entrega necesaria para formar la pareja o puedes acudir a otras tantas instancias.

Cualquiera sea tu resolución, nacerá desde el centro de tu corazón y va a estar directamente relacionada con tus íntimos niveles de aceptación. Si estás dudando, es señal de que tus niveles no están claros para ti. No existirá un error en cualquiera de las resoluciones que tomes. Cada decisión será una muestra de que te estás moviendo de un nivel a otro, el que te traerá una mejor alineación con lo que eres. Lo deseable es que ambos integrantes de la pareja vayan moviéndose en forma armónica, pero si eso no es posible, uno de ellos tiene el pleno derecho a escalar en sus propias expectativas. Aunque pueda parecer egoísta subir tus expectativas, la evolución lo necesita. Si cada vez te valoras más, esperas más de tu relación, esperas más de la vida, te desarrollas más plenamente y eres más feliz, toda la humanidad se verá beneficiada. El mundo no necesita que las personas se queden estancadas y sufrientes. Se requiere que cada vez seamos más y más dichosos y eso se consigue conociendo, valorando y respetando tus propios niveles de aceptación.

Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas.

Si deseas recibir nuevas publicaciones relacionadas con temas de pareja, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog: http://parejayovivo.blogspot.cl

domingo, 13 de noviembre de 2011

Cuando queremos que nuestra pareja cambie



Muchas veces una persona desea que su pareja cambie para que la relación sea feliz. La persona intuye que su vida seria perfecta, tranquila y feliz si pudiera lograr que su pareja cambie cierto comportamiento o cierta actitud que le perturba en niveles desesperantes., pero al mismo tiempo hay algo, un apego, una energía  extraña que le impide tomar la decisión de irse en paz, como si una fuerza extraña y ajena lo estuviera impidiendo. Luego, piensa nuevamente que todo estaría perfecto en su relación si tan solo consiguiera que esa persona cambie.

Cuando estás en esta situación, se te ha presentado una maravillosa oportunidad para crecer, para descubrir como amarte más. La única manera de llegar a estas situaciones complicadas, es por medio de algunos conceptos de ti que no has recordado aun, algunas ideas erróneas albergadas en tu mente o algún crecimiento pendiente. Todo esto se puede resumir en una falta de amor a si mismo, pero este concepto no queda de manifiesto tan abiertamente.

Generalmente la persona que se encuentra en esta situación solo dirige su atención a los comportamientos de su compañero, desea que cambie lo que le parece que seria bueno y predice que si esto sucediera, todo quedaría perfecto. Pueden pasar muchos años con la vista clavada en la pareja esperando sus cambios, reclamándole lo que visualiza, presionando, llorando y exigiendo que eso suceda. Pocos ven lo que ellos mismos pueden hacer y de lo que ellos mismos pueden aportar a la relación, dejando en manos de su pareja todo el peso de lo que se está construyendo.

Las personas son libres de ser como quieran. Por esa libertad recibirán lo que siembran y por esa misma libertad pueden elegir personalmente cuando comenzar los cambios. Raramente, las personas, pueden comenzar los cambios debido a las presiones de sus parejas. Una persona sometida a presión de su pareja, o de cualquier persona en general, puede desear huir de su atacante antes que someterse al sin fin de quejas y  doblegarse a las exigencias. En otras ocasiones la pareja puede aprender un comportamiento falso para apaciguar las cosas, desahogándose con otro tipo de actividades como el trabajo, un vicio o una relación paralela. Otras veces se acomodará a las exigencias dejándose apagar por dentro y llevando el dolor muy profundo en su corazón. Ninguno de estos u otros caminos llevará al bienestar de la relación. Solo se crearan murallas, a veces tan enormes que parecen insalvables.

La persona que exige que su pareja cambie para salvar su relación, pierde mucho tiempo en su empeño y raramente llegará a lograr su objetivo. No se trata de desistir. En la mayoría de las situaciones los cambios que deseamos en nuestras parejas son para nuestro bien y también para el bien de la misma pareja. Sin embargo, a veces pedimos lo que va en contra del ritmo de la pareja y del camino de su propia evolución. Por muy buenas que sean nuestras intenciones y por muy acertadas que sean nuestras suplicas, el mayor inconveniente se crea cuando queremos que por nuestra visión, el otro haga los cambios que deseamos, y no, los que la pareja pudiera estar visualizando, deseando y necesitando en su interior. Todos sabemos que los cambios interiores tienen un tiempo de maduración y que solo se inician cuando en el fondo del corazón nace la necesidad de realizarlos. Nadie puede imponernos hacer un cambio interior sin que la semilla de la necesidad se haya cultivado dentro. También sabemos que aunque la semilla se haya instalado allí, infinidades de veces, nos quedamos entrampados en no saber como comenzar.

Imagina la tarea que dejas caer sobre tu pareja cuando quieres presionarlo a un cambio. Tendrá que advertir que necesita un cambio, luego sentir la necesidad de realizarlo, luego sostener el proceso, y luego ensayar hasta lograrlo. ¿Y tú quieres que tu pareja lo haga en un rato o días?

Nosotros podemos influir y colaborar en el crecimiento de nuestra pareja, pero la forma de realizar este aporte está muy distante de las exigencias. Para fortalecer el crecimiento de la pareja se requiere compañerismo, comunicación libre de juicios, expresión plena de los sentimientos mutuos, fortaleza, paciencia, voluntad y mucho amor por si mismo y del otro. Violeta Parra dijo en una de sus canciones: “al malo solo el cariño lo vuelve puro y sincero”. Observa si lo que estas dando está favoreciendo las mejoras o si estas colaborando a profundizar los inconvenientes.

Cuando nosotros no estamos dispuestos a este nivel de compromiso con la relación o cuando vemos que no existe la voluntad de nuestra pareja para revisarse interiormente y menos para hacer cambios, la relación se deteriorará inevitablemente. Cuando observamos que esto está sucediendo, podemos reconocer que somos nosotros los que podemos seguir allí o soltar la relación. Podemos utilizar nuestro libre albedrio para dar solución a nuestra dolorosa relación, haciéndanos cargo de la tarea que hemos postergado dejándola en manos de quien no está viendo, de quien no quiere ver o de quien no tiene ningún interés en asumir su parte en la relación.

Cuando vemos claramente que el rumbo de la relación solo está en nuestras manos porque nuestra pareja está ausente, tampoco esto se convierte en un motivo de queja. Simplemente se trata de que nuestra pareja aun no sabe que cualquier relación se hace de dos voluntades. En estas circunstancias se camina solo, porque solamente uno de los dos está viendo más allá y el otro ha preferido quedarse un poco más atrás. Recuerda, tu pareja también llegará a comprenderlo todo, pero puede pasar mucha agua bajo el puente antes de que pueda lograrlo.

Si sabes que estás solo en la relación y persiste en ti aun, esa  energía  extraña que te impide tomar la decisión de irte en paz, como si una fuerza extraña y ajena lo estuviera impidiendo, es debido a una mezcla de pensamientos, sentimientos y emociones involucradas que aun se encuentran sin tener la luz necesaria dentro de ti. Una vez que das la luz a esa maraña, las cosas se resuelven rápidamente. Una vez que ves con claridad, la salida aparece frente a tus ojos en forma instantánea y decidirás seguro y confiado tu camino a seguir.

Podemos considerar que cada persona transita por el lugar que ha alcanzado debido a todo el cumulo de experiencias y del nivel de evolución de su propia conciencia. Cada persona se encuentra en el lugar perfecto que le corresponde a su presente, aunque este no sea feliz. Si la persona aun se está creando situaciones dolorosas es porque aun no  ha afinado su fe y sus poderes divinos, aun no recuerda su perfección. No podemos olvidar que todos estamos en el mismo camino y no tenemos posibilidad de exigir a otro que esté en un lugar distinto solo porque nosotros lo deseamos.

Nunca vas a encontrar los caminos de salida exigiéndole al exterior, siempre tendrás que pasar por tu propio corazón para llegar a la paz, la armonía y la felicidad. Es dentro de ti donde están las respuestas, las posibilidades y las soluciones. Cuando comprendas esto, vas a estar más capacitado para crear una relación sana, fuerte, armoniosa y feliz. Tendrás más capacidad para ser asertivo, podrás colaborar en la relación en vez de impedir su crecimiento.

Cuando te amas a ti mismo suficiente como para sentirte completo, estarás en condiciones de apoyar a tu pareja para que realice los cambios y serás un modelo y un ejemplo a seguir para ella.  El amor que ha unido a la pareja ayudará a la transición de cualquier situación que sea necesaria atravesar.

Si te amas a ti mismo suficiente como para sentirte completo y sientes que estás haciendo el trabajo de los dos juntos, podrás decidir que eso no es para ti. Si decidiste avanzar y crecer recordando lo que eres y lo que mereces, no tendrás dificultad para hacerlo.

Siempre hace falta amarse lo suficiente para resolver.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones relacionadas con temas de pareja, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog: http://parejayovivo.blogspot.cl

lunes, 17 de octubre de 2011

Cuando duele estar juntos



Cuando estamos viviendo situaciones complicadas en la relación de pareja, siempre hay algo que podemos hacer al respecto.
Muchas veces llevamos la procesión por dentro, guardamos nuestros inconvenientes y nuestro sufrimiento para que nadie sepa lo que nos está sucediendo, seguramente hemos pensado que nuestra situación tiene pocas probabilidades de mejorar. Otras veces nos quejamos eternamente, frente a todos nuestros familiares y amigos y seguimos en la porfiada posición de esperar que él o ella cambien para que todo nuestro  sufrimiento termine.

Cualquiera sean las circunstancias, está muy claro que algo está pendiente por hacer y por eso duele. El dolor en el amor de pareja es para que nos enfoquemos en la tarea de revisar lo que sucede, no es para desangrarnos eterna y gratuitamente en el dolor. Si nos dedicamos a avivar el fuego interno del amor, la relación puede renacer de entre las cenizas. En otras oportunidades puede llegar a su fin con algún aprendizaje importante para la vida.

Que deseemos que alguien mejore no tiene nada de malo, pero olvidamos que cada cual tiene su libre albedrio para elegir ser como quiere ser y además, cambiar cuando decida hacerlo. Nosotros podemos ser el detonante para generar el bien preciado cambio en nuestra pareja, pero si él o ella no quieren tomarlo en ese momento, podemos optar por honrar su decisión.

Demasiadas veces, desear que nuestra pareja cambie parece ser el camino a nuestra salvación. Rogamos, lloramos, presionamos, exigimos y muchas veces las cosas siguen igual o peor. Para que las cosas mejoren, el camino mas seguro y mas corto es comenzar por el propio cambio. Si comprendemos lo que está sucediendo podemos reaccionar de una manera más asertiva, lo suficiente como para hacer los cambios y mejorar todo de manera importante.

Hay muchas maneras de solucionar nuestros sufrimientos en el amor de pareja, pero ninguna pasa por exigir algo a quien está a nuestro lado. Para que los cambios se produzcan, alguno de los dos tendrá que hacer los cambios primero y generalmente es el que mas sufre el que acoge la iniciativa. Uno de los integrantes de la pareja puede ayudar al otro a que se supere, pero al final de cuentas, ambos tendrán que colaborar en las soluciones. Si ninguno de los dos, o solo uno de ellos,  está dispuesto a avanzar en las profundadles de la problemática, las probabilidades de avanzar en las soluciones disminuyen drásticamente.

Si descartamos las exigencias sobre la pareja, quedamos nosotros solos con el problema a cuesta, con toda la responsabilidad de lo que es, pero también quedamos con todas las puertas abiertas a las soluciones, con todo el abanico de caminos posibles a seguir. En esas circunstancias es cuando podemos hacer algo.

 A veces es cuestión de aceptar a nuestra pareja con todas sus virtudes y defectos, tal como ha llegado  a ser debido a toda su experiencia terrenal.  El solo hecho de la aceptación, genera una cascada de bienestar que es recibida por el otro, lo hace sentirse acogido y respetado, devolviéndole el equilibrio a la relación.
Otras veces  llegaras a la conclusión que no es posible aceptar. Si has demorado en llegar a esta conclusión es porque no has descubierto lo que es amarse a si mismo y el camino a las mejoras va a pasar primero por el descubrimiento de quien eres.

Si has atraído una pareja que no te respeta, que no está dispuesta a mejorarse, que no está disponible para ti en su totalidad, es porque la tara de aprender a amarte está pendiente. Cuando lo logres, los problemas se solucionaran casi por arte de magia.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog:
http://parejayovivo.blogspot.com
http://www.yovivo.cl
 

lunes, 10 de octubre de 2011

La pareja y el crecimiento personal


La pareja que tienes en la actualidad es la persona que atrajiste en el momento en que ambos vibraban en una frecuencia parecida y que  hizo resonancia común  y suficiente  para querer voluntariamente unirse y formar la pareja que hacen hoy.

Las experiencias que viven juntos y el tiempo que transcurre, inevitablemente trae cambios en los dos. Los cambios se darán siempre en diferente velocidad y dirección en ambas personas. Cuando los dos han estado dispuestos a acomodarse a los cambios y han estado dispuestos a profundizar y crecer, la relación  se va fortaleciendo y desarrollando en armonía suficiente para que la pareja goce del crecimiento personal en cada uno y en la interrelación que van formando día a día. Ellos han sido capaces de regar el amor  para que sus flores  se manifiestan libres entre la maleza.

En otros casos, los cambios que cada uno experimenta  se desarrollan a distintos ritmos y en un grado que no ha podido ser asimilado con la suficiente madures en uno o en los dos integrantes de la pareja. En estas circunstancias es cuando comienzan a aparecer los inconvenientes, las quejas y los reclamos. Si atendemos los reclamos, las cosas pueden resolverse suavemente, pero se requiere más dedicación de la que naturalmente se había considerado. Hace falta tener la voluntad para penetrar el terreno difícil, la voluntad para adentrarse en lo que quizás nunca se había mirado, posiblemente cosas muy llenas de energías estancadas y a veces repletas de dolor.

Algunas veces no sabemos  que podemos mirarnos para mejorar. Muchas personas jamás se han mirado, jamás han tenido la maravillosa oportunidad de desprenderse de creencias erróneas o limitantes y ni siquiera ha pasado por sus mentes la solo idea de revisarse y mejorar. Otras veces no sabemos en qué podemos mejorar, comprendemos que podemos hacer algo, pero no alcanzamos a ver exactamente lo que es. Otras cuantas veces pensamos  que no necesitamos mejorar, que nosotros estamos perfectos, que somos los más sabios dentro de la relación y damos por sentado que es el otro el que debe mejorar.

Adentrarse en el conflicto es el próximo paso, paso que muchos no pueden o no quieren dar,. Puede ser muy complicado, mucha tarea, mucho remover, para una relación que a veces ya se da por terminada en los primeros inconvenientes, para salir a buscar otra persona que pueda darnos la verdadera posibilidad de formar la pareja que andamos buscando.

Si alguien ha atraído una pareja que le maltrata, es claro que esa pareja  suya tiene temas que mejorar, pero también es claro que la persona que atrae ese tipo de personas tiene un aprendizaje pendiente, saber que tiene derecho y  que es merecedor de toda  la paz y la armonía, que una relación madura le pueda proporcionar.

Podemos determinar que la persona que es nuestra pareja ya no nos queda bien, pero antes de retirarnos y finalizar todo, es de vital importancia saber que hemos aprendido a revisarnos, que hemos aprendido a elegir mejor, que hemos aprendido a tener una mas alta vibración, que hemos superado alguna cosa interna. De esta manera, la próxima pareja que atraeremos será la persona  que esté vibrando resonante a nuestro nuevo estado. Si no has aprendido nada, si no has elevado tu vibración en lo más mínimo, atraerás una persona con la que se provocarán las mismas situaciones anteriores, lo mismo de lo mismo y así será hasta que no decidas mirarte,  aprender, crecer y madurar.

Patricia.
Tu Coach, para lograr los cambios que desees.

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog.

jueves, 6 de octubre de 2011

El amor de pareja


El amor de pareja es la más increíble experiencia humana y muchas veces nos resulta un absoluto enigma. Las parejas se conocen, se enamoran, se sienten plenos, bailan la danza de la vida y parece que el universo se hubiera acomodado por completo para la expresión de lo más hermoso que hasta ahora habían conocido. Sin embargo, pasado cierto tiempo, para un alto porcentaje de parejas, el gran sueño se desvanece rápidamente. Está muy ampliamente reconocido que la mayoría de las parejas, entre el 90 y el 95 %,  terminan creando una relación llena de insatisfacciones, celos, ira u odio.  Algunas de ellas se separan, otras siguen permaneciendo juntas físicamente y separados de alma, manteniendo una convivencia que  se sostiene solamente en el miedo.
Cuando tenemos dificultades en nuestras relaciones, viene la pregunta, ¿qué es el amor?.  No nos ha resultado fácil amar, sostener nuestras relaciones en armonía, donde cada uno pueda crecer y ayudarse mutuamente para que cada cual sea más libre y feliz.
En la relación de pareja queda de manifiesto todo el desarrollo de lo que hemos alcanzado como individuos, el sentimiento de la propia seguridad, nuestro amor a si mismo, nuestra madurez, nuestro nivel de conciencia y también todas y cada una de nuestras falencias. Este desarrollo personal es el soporte para formar una unión, un desarrollo que no requiere de la perfección, sino, de la voluntad para revisarse internamente, para colaborar, para crear algo nuevo, para flexibilizar nuestras partes duras y crear nuevas formas.
Ninguno de nosotros es perfecto, por lo tanto la pareja se convierte en la más adecuada, exquisita e increíble posibilidad de crecer. Sin embargo, generalmente transformamos esta maravillosa posibilidad en fuente de mucha angustia y dolor, que lejos de ayudarnos, nos encierra en medio de la soledad mas profunda.
Todo aquel que abra su corazón a la posibilidad del amor de pareja puede contar con que será un camino lleno de aventuras, lleno de retos y repleto de sorpresas. Muchas veces experimentará la miel  y la hiel de la vida, como una posibilidad de templar su existencia y elevarse por sobre el ser que era antes.

Patricia.
Tu Coach, para lograr los cambios que desees.

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog.