domingo, 11 de marzo de 2012

Cuando tu pareja te desespera


Muchas veces nos sentimos muy tristes, complicados o enojados porque  nuestra pareja adolece de algunos atributos que son tan normales desde nuestra perspectiva o porque tiene algunos problemas personales que no podemos comprender y no entendemos que no sea capaz de superar. Se lo hemos dicho de mil maneras, nos hemos dado el tiempo para explicarle con lujo de detalles el asunto, hemos tenido instancias de conversación para aclarar los problemas, les hemos presentado el caso a nuestros papas, a los amigos, a los amigos de nuestra pareja y nada. Vemos que el tiempo pasa y que todo sigue igual y hasta peor.

Si nuestra pareja no ha sido capaz de reponerse de alguna actitud que lo daña o que daña a ambos, es porque el problema no ha sido bien abordado. Un problema bien abordado siempre se llega a resolver, aunque a veces esta resolución provoque la separación de la pareja.

Por lo general, pretendemos que nuestra sola propuesta sea suficiente para encontrar las soluciones o detonar los cambios en nuestra pareja. Pero si la relación ha sido afectada por estos inconvenientes desde hace mucho tiempo y que pese a todo los intentos aun no ha encontrado la luz, podemos concluir que no hemos tenido la habilidad ni la claridad suficiente y tampoco hemos llegado a las profundidades desde donde se crea esta dificultad.

En algunas parejas,  se puede alcanzar altos niveles de sufrimiento  en uno o en ambos integrantes, debido a los intentos y a la frustración de no poder ver la salida. Las conversaciones o los intentos de conversaciones pueden llegar a estar cada vez más cargados de angustia, rabia y dolor. Muchas veces hacemos de esto una verdadera tragedia que aumenta cada día que vuelve a amanecer.

La resolución de cualquier problema en cualquier área de la vida necesita ser mirada desde la paz y la inteligencia y en temas de pareja esto no es una excepción.  Es muy importante comenzar a comprender que nuestra pareja puede tener problemas reales que impiden la realización de la relación y la felicidad del individuo, pero que esto no es razón para desgarrarse de rabia y dolor. Esta es una instancia para aprender, para crecer y mejorar. Ambos pueden llegar a superar grandes bloqueos emocionales al iniciar la tarea de avanzar en la solución del problema y ganar una hermosa relación fortalecida en la unión, la comprensión y la madurez.

Cuando abordamos estas situaciones desde la perspectiva de la desesperación o el dolor desgarrador, pocas posibilidades existen de sanar a la pareja. Más bien, esa perspectiva solo complicará las cosas, los hará vivir una relación tortuosa y es posible que lleguen a la separación sin haber aprendido nada de ellos mismos, volviendo a generar los mismos inconvenientes en sus nuevas relaciones de pareja.

La serenidad, la paz, la inteligencia y la neutralidad son muy importantes. Si te sientes tan atrapado en las emociones que te impiden estar en paz, primero trabaja ese tema interno tuyo y luego puedes ayudar a resolución de los problemas de tu pareja. Antes de hacer eso, solo se logran más enredos emocionales que no los llevaran a ningún lado. Cuando realmente te sientes tranquilo y sereno, podrás descubrir el camino y será mucho más sencillo y más rápido.

Cuando recién comenzaba a trabajar con parejas y sus problemas, a veces los veía tan complicados que realmente me daban deseos de decirles que terminaran todo de una vez. Pero como siempre he sabido que el amor hace milagros, no podía hacerlo. Luego siempre sucedió que cuando al menos uno de los dos ganaba paz interior, las cosas se resolvían muy rápidamente. Ha sido increíble la experiencia de ver como el amor hace esos milagros.

Cuando te das cuenta de que tu pareja tiene algunos vicios, algunas debilidades, algunas costumbres o algunos comportamientos que no favorecen su propia vida y la vida en pareja, no hay más alternativa que trabajar en ellos con sabiduría y amor. Cuando ves con claridad y neutralidad  lo que le sucede podrás ayudarle fácilmente.  Si te abocas a quejarte como un niño que quiere que lo atiendan estarás en una condición desfavorable que no te ayudará.

Si quieres que tu relación se sane, es necesario instalarse en el verdadero problemas, o mejor dicho, en las profundidades del problema. Una vez que estas allí será fácil comprender lo que le sucede a tu pareja. Por lo general, descubrirás que no ha podido hacer mas debido a grandes bloqueos emocionales que probablemente se han originado en su infancia y que pese a todos tus reclamos no ha podido resolver. Esta puede ser la mejor oportunidad para que tu pareja supere sus aprendizajes erróneos, esta puede ser la mejor oportunidad para que la relación crezca y se desarrolle maravillosamente.

Una vez que te adentras en las verdaderas razones que sustentan los problemas de tu pareja podrás evaluar su gravedad. Siempre serás libre para querer participar de esa sanación, nadie puede obligarte a que te quedes allí. Puedes optar por decidir que eso supera tus límites y te irás con paz y en armonía. Aun en este caso, hasta es posible que quieras seguir ayudando a tu pareja aun después de haber roto la relación. Eso es algo que puedes elegir también.

Sin embargo, me ha sorprendido que la pareja sea capaz de resistir inmensos inconvenientes que pueden ser superados después de alcanzar el entendimiento. Generalmente una pareja se ha unido por alguna atracción especial que la hace resistente a tantas situaciones que juntos pueden superar en armonía y paz. Una pareja tiene una razón de existir, tiene alguna tarea que realizar, tiene alguna misteriosa labor que cumplir que es sustentada por aquellas realidades sutiles que casi nunca podemos explicar con la lógica.

Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas.

Si deseas recibir nuevas publicaciones relacionadas con temas de pareja, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog: http://parejayovivo.blogspot.com/

3 comentarios:

  1. Me parece muy interesante este artículo. Es muy acertado pero la verdad es que las estupideces que hace mi pareja me dan ganas de golpearle la cabeza contra la pared, no entiende no usa su sentido común, estoy desperada

    ResponderEliminar
  2. Mi esposo tiene 58 y yo 38, se enoja por todo y tengo siempre que jalarlo o impulsarlo a trabajar y...ya me canse

    ResponderEliminar
  3. Interesante, tengo una situación difícil con alguien que no quiere ser ayudado, y sufre de depresión, aqui el problema es como nosotros podemos ayudarles si no quieren llegar a la raíz del problema, seria genial ver otro articulo para los que estamos ya desanimados jeje

    ResponderEliminar