lunes, 17 de octubre de 2011

Cuando duele estar juntos



Cuando estamos viviendo situaciones complicadas en la relación de pareja, siempre hay algo que podemos hacer al respecto.
Muchas veces llevamos la procesión por dentro, guardamos nuestros inconvenientes y nuestro sufrimiento para que nadie sepa lo que nos está sucediendo, seguramente hemos pensado que nuestra situación tiene pocas probabilidades de mejorar. Otras veces nos quejamos eternamente, frente a todos nuestros familiares y amigos y seguimos en la porfiada posición de esperar que él o ella cambien para que todo nuestro  sufrimiento termine.

Cualquiera sean las circunstancias, está muy claro que algo está pendiente por hacer y por eso duele. El dolor en el amor de pareja es para que nos enfoquemos en la tarea de revisar lo que sucede, no es para desangrarnos eterna y gratuitamente en el dolor. Si nos dedicamos a avivar el fuego interno del amor, la relación puede renacer de entre las cenizas. En otras oportunidades puede llegar a su fin con algún aprendizaje importante para la vida.

Que deseemos que alguien mejore no tiene nada de malo, pero olvidamos que cada cual tiene su libre albedrio para elegir ser como quiere ser y además, cambiar cuando decida hacerlo. Nosotros podemos ser el detonante para generar el bien preciado cambio en nuestra pareja, pero si él o ella no quieren tomarlo en ese momento, podemos optar por honrar su decisión.

Demasiadas veces, desear que nuestra pareja cambie parece ser el camino a nuestra salvación. Rogamos, lloramos, presionamos, exigimos y muchas veces las cosas siguen igual o peor. Para que las cosas mejoren, el camino mas seguro y mas corto es comenzar por el propio cambio. Si comprendemos lo que está sucediendo podemos reaccionar de una manera más asertiva, lo suficiente como para hacer los cambios y mejorar todo de manera importante.

Hay muchas maneras de solucionar nuestros sufrimientos en el amor de pareja, pero ninguna pasa por exigir algo a quien está a nuestro lado. Para que los cambios se produzcan, alguno de los dos tendrá que hacer los cambios primero y generalmente es el que mas sufre el que acoge la iniciativa. Uno de los integrantes de la pareja puede ayudar al otro a que se supere, pero al final de cuentas, ambos tendrán que colaborar en las soluciones. Si ninguno de los dos, o solo uno de ellos,  está dispuesto a avanzar en las profundadles de la problemática, las probabilidades de avanzar en las soluciones disminuyen drásticamente.

Si descartamos las exigencias sobre la pareja, quedamos nosotros solos con el problema a cuesta, con toda la responsabilidad de lo que es, pero también quedamos con todas las puertas abiertas a las soluciones, con todo el abanico de caminos posibles a seguir. En esas circunstancias es cuando podemos hacer algo.

 A veces es cuestión de aceptar a nuestra pareja con todas sus virtudes y defectos, tal como ha llegado  a ser debido a toda su experiencia terrenal.  El solo hecho de la aceptación, genera una cascada de bienestar que es recibida por el otro, lo hace sentirse acogido y respetado, devolviéndole el equilibrio a la relación.
Otras veces  llegaras a la conclusión que no es posible aceptar. Si has demorado en llegar a esta conclusión es porque no has descubierto lo que es amarse a si mismo y el camino a las mejoras va a pasar primero por el descubrimiento de quien eres.

Si has atraído una pareja que no te respeta, que no está dispuesta a mejorarse, que no está disponible para ti en su totalidad, es porque la tara de aprender a amarte está pendiente. Cuando lo logres, los problemas se solucionaran casi por arte de magia.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog:
http://parejayovivo.blogspot.com
http://www.yovivo.cl
 

lunes, 10 de octubre de 2011

La pareja y el crecimiento personal


La pareja que tienes en la actualidad es la persona que atrajiste en el momento en que ambos vibraban en una frecuencia parecida y que  hizo resonancia común  y suficiente  para querer voluntariamente unirse y formar la pareja que hacen hoy.

Las experiencias que viven juntos y el tiempo que transcurre, inevitablemente trae cambios en los dos. Los cambios se darán siempre en diferente velocidad y dirección en ambas personas. Cuando los dos han estado dispuestos a acomodarse a los cambios y han estado dispuestos a profundizar y crecer, la relación  se va fortaleciendo y desarrollando en armonía suficiente para que la pareja goce del crecimiento personal en cada uno y en la interrelación que van formando día a día. Ellos han sido capaces de regar el amor  para que sus flores  se manifiestan libres entre la maleza.

En otros casos, los cambios que cada uno experimenta  se desarrollan a distintos ritmos y en un grado que no ha podido ser asimilado con la suficiente madures en uno o en los dos integrantes de la pareja. En estas circunstancias es cuando comienzan a aparecer los inconvenientes, las quejas y los reclamos. Si atendemos los reclamos, las cosas pueden resolverse suavemente, pero se requiere más dedicación de la que naturalmente se había considerado. Hace falta tener la voluntad para penetrar el terreno difícil, la voluntad para adentrarse en lo que quizás nunca se había mirado, posiblemente cosas muy llenas de energías estancadas y a veces repletas de dolor.

Algunas veces no sabemos  que podemos mirarnos para mejorar. Muchas personas jamás se han mirado, jamás han tenido la maravillosa oportunidad de desprenderse de creencias erróneas o limitantes y ni siquiera ha pasado por sus mentes la solo idea de revisarse y mejorar. Otras veces no sabemos en qué podemos mejorar, comprendemos que podemos hacer algo, pero no alcanzamos a ver exactamente lo que es. Otras cuantas veces pensamos  que no necesitamos mejorar, que nosotros estamos perfectos, que somos los más sabios dentro de la relación y damos por sentado que es el otro el que debe mejorar.

Adentrarse en el conflicto es el próximo paso, paso que muchos no pueden o no quieren dar,. Puede ser muy complicado, mucha tarea, mucho remover, para una relación que a veces ya se da por terminada en los primeros inconvenientes, para salir a buscar otra persona que pueda darnos la verdadera posibilidad de formar la pareja que andamos buscando.

Si alguien ha atraído una pareja que le maltrata, es claro que esa pareja  suya tiene temas que mejorar, pero también es claro que la persona que atrae ese tipo de personas tiene un aprendizaje pendiente, saber que tiene derecho y  que es merecedor de toda  la paz y la armonía, que una relación madura le pueda proporcionar.

Podemos determinar que la persona que es nuestra pareja ya no nos queda bien, pero antes de retirarnos y finalizar todo, es de vital importancia saber que hemos aprendido a revisarnos, que hemos aprendido a elegir mejor, que hemos aprendido a tener una mas alta vibración, que hemos superado alguna cosa interna. De esta manera, la próxima pareja que atraeremos será la persona  que esté vibrando resonante a nuestro nuevo estado. Si no has aprendido nada, si no has elevado tu vibración en lo más mínimo, atraerás una persona con la que se provocarán las mismas situaciones anteriores, lo mismo de lo mismo y así será hasta que no decidas mirarte,  aprender, crecer y madurar.

Patricia.
Tu Coach, para lograr los cambios que desees.

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog.

jueves, 6 de octubre de 2011

El amor de pareja


El amor de pareja es la más increíble experiencia humana y muchas veces nos resulta un absoluto enigma. Las parejas se conocen, se enamoran, se sienten plenos, bailan la danza de la vida y parece que el universo se hubiera acomodado por completo para la expresión de lo más hermoso que hasta ahora habían conocido. Sin embargo, pasado cierto tiempo, para un alto porcentaje de parejas, el gran sueño se desvanece rápidamente. Está muy ampliamente reconocido que la mayoría de las parejas, entre el 90 y el 95 %,  terminan creando una relación llena de insatisfacciones, celos, ira u odio.  Algunas de ellas se separan, otras siguen permaneciendo juntas físicamente y separados de alma, manteniendo una convivencia que  se sostiene solamente en el miedo.
Cuando tenemos dificultades en nuestras relaciones, viene la pregunta, ¿qué es el amor?.  No nos ha resultado fácil amar, sostener nuestras relaciones en armonía, donde cada uno pueda crecer y ayudarse mutuamente para que cada cual sea más libre y feliz.
En la relación de pareja queda de manifiesto todo el desarrollo de lo que hemos alcanzado como individuos, el sentimiento de la propia seguridad, nuestro amor a si mismo, nuestra madurez, nuestro nivel de conciencia y también todas y cada una de nuestras falencias. Este desarrollo personal es el soporte para formar una unión, un desarrollo que no requiere de la perfección, sino, de la voluntad para revisarse internamente, para colaborar, para crear algo nuevo, para flexibilizar nuestras partes duras y crear nuevas formas.
Ninguno de nosotros es perfecto, por lo tanto la pareja se convierte en la más adecuada, exquisita e increíble posibilidad de crecer. Sin embargo, generalmente transformamos esta maravillosa posibilidad en fuente de mucha angustia y dolor, que lejos de ayudarnos, nos encierra en medio de la soledad mas profunda.
Todo aquel que abra su corazón a la posibilidad del amor de pareja puede contar con que será un camino lleno de aventuras, lleno de retos y repleto de sorpresas. Muchas veces experimentará la miel  y la hiel de la vida, como una posibilidad de templar su existencia y elevarse por sobre el ser que era antes.

Patricia.
Tu Coach, para lograr los cambios que desees.

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog.