miércoles, 21 de marzo de 2012

Tu pareja siempre te ayuda a crecer


Tengas o no dificultades con tu pareja, esta siempre te ayuda a crecer. Las relaciones humanas son complejas y siempre existe en ellas mucho que aprender y en las relaciones de pareja esto es mucho más intenso aun.

Una pareja que se dispone a caminar en unión, tendrá desafíos por enfrentar siempre. Ya sea que estos desafíos sean para la pareja o para los integrantes por separado, que de todas formas afectarán a la pareja. Si existe comunión, pueden seguir unidos para resolver en forma conjunta, apoyándose, dándose valor, entregando animo, entusiasmo, fe y esperanzas.  Ambos integrantes pueden crecer en armonía y entendimiento, apaciguando juntos  los desafíos entre los dos.

Pero, por lo general, este equilibrio no es tan perfecto. Uno de los dos tiende a quedarse atrás, caminado más lento o bien dejando de caminar. Entonces las cosas se complican, no era lo que se esperaba y comienzan las dudas, las preocupaciones, las acusaciones, las quejas y hasta las discusiones y recriminaciones.

Si somos honestos, esto es muy natural. Ninguna persona puede ser igual a otra persona. Todos tenemos distintas formaciones, distintos intereses, distintas prioridades, distintas tendencias, distinto todo. Si bien podemos compartir muchas aficiones y gustos en común, también es cierto que habrá mucho que no lo será. Los problemas se inician cuando uno de los dos (o los dos) comienza reclamar en vez de disponerse a comprender que las diferencias son naturales.

Si siempre van a existir las diferencias, la tarea se convierte en el aprendizaje de esta verdad. Es posible que uno de los integrantes pueda desarrollarse con mucha ventaja sobre su compañero y esto puede generar muchas dificultades. Sin embargo, es deseable que este que lleva la ventaja sea el que más aporte a la paz, debido a que es el más fuerte y el más capaz. Si este no lo hace, menos podrá hacerlo su compañero y entonces no existirá ninguna posibilidad de entendimiento, porque ambos se encontrarán juntos físicamente, pero a una gran distancia energética.

Si ninguno de los dos se siente seguro y tranquilo, se inicia una verdadera batalla que al fin de cuentas algún día tendrá que terminar. Algunas veces esta batalla se mantiene toda la vida y otras veces trasciende más allá, a otras vidas. Se hacen juicios y condenas que trascienden mas allá de lo que podemos imaginar. Aun así, algún día todo tendrá que terminar. ¿Por qué esperar tanto tiempo para aprender? ¿Por qué no iniciar ahora mismo el aprendizaje de la lección?

Sea que exista paz y armonía, o sea en medio de una batalla mortal, siempre vamos a terminar en un crecimiento personal que nos llevará a un mejor lugar. Posiblemente esas parejas que saben resolver sus inconvenientes en armonía, ya hayan pasado la lección y la hayan aprobado en anteriores experiencias de pareja o en vidas anteriores y por eso ahora gozan de una increíble grandeza que los hace sabios a la hora de resolver cuestiones de este tipo.

Las parejas que están actuando con armonía no lo están haciendo por casualidad. Ha existido un aprendizaje que todos podemos desarrollar. ¿Qué necesidad puede existir de mantener una guerra que no nos hará triunfar?.

Cuando queremos una guerra para demostrar quién es el más fuerte, esta decisión no nos llevará a ninguna lugar. Tampoco nos convertirá en triunfadores. Lo único que logramos, es retrasar la llegada de la paz. Si queremos seguir las discusiones y el poco entendimiento no hay problemas, pero no será a causa de nuestra pareja, será a causa de nuestra decisión. Si nuestra pareja quiere guerra nosotros podemos decir libremente “no” e incluso podemos decidir dejar el campo de batalla para trasladarnos a un lugar donde reine la bienaventurada paz.

Todo lo que suceda al interior de la pareja es una oportunidad para crecer, no importando que sea en estado de guerra o de paz. Podemos elegir la forma de resolver los inconvenientes, la que más nos guste, la que más nos acomode, la que mas acostumbramos a utilizar, la que elijamos estará bien, porque sin importar la que sea, todo se aprenderá.

Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas.

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domingo, 11 de marzo de 2012

Cuando tu pareja te desespera


Muchas veces nos sentimos muy tristes, complicados o enojados porque  nuestra pareja adolece de algunos atributos que son tan normales desde nuestra perspectiva o porque tiene algunos problemas personales que no podemos comprender y no entendemos que no sea capaz de superar. Se lo hemos dicho de mil maneras, nos hemos dado el tiempo para explicarle con lujo de detalles el asunto, hemos tenido instancias de conversación para aclarar los problemas, les hemos presentado el caso a nuestros papas, a los amigos, a los amigos de nuestra pareja y nada. Vemos que el tiempo pasa y que todo sigue igual y hasta peor.

Si nuestra pareja no ha sido capaz de reponerse de alguna actitud que lo daña o que daña a ambos, es porque el problema no ha sido bien abordado. Un problema bien abordado siempre se llega a resolver, aunque a veces esta resolución provoque la separación de la pareja.

Por lo general, pretendemos que nuestra sola propuesta sea suficiente para encontrar las soluciones o detonar los cambios en nuestra pareja. Pero si la relación ha sido afectada por estos inconvenientes desde hace mucho tiempo y que pese a todo los intentos aun no ha encontrado la luz, podemos concluir que no hemos tenido la habilidad ni la claridad suficiente y tampoco hemos llegado a las profundidades desde donde se crea esta dificultad.

En algunas parejas,  se puede alcanzar altos niveles de sufrimiento  en uno o en ambos integrantes, debido a los intentos y a la frustración de no poder ver la salida. Las conversaciones o los intentos de conversaciones pueden llegar a estar cada vez más cargados de angustia, rabia y dolor. Muchas veces hacemos de esto una verdadera tragedia que aumenta cada día que vuelve a amanecer.

La resolución de cualquier problema en cualquier área de la vida necesita ser mirada desde la paz y la inteligencia y en temas de pareja esto no es una excepción.  Es muy importante comenzar a comprender que nuestra pareja puede tener problemas reales que impiden la realización de la relación y la felicidad del individuo, pero que esto no es razón para desgarrarse de rabia y dolor. Esta es una instancia para aprender, para crecer y mejorar. Ambos pueden llegar a superar grandes bloqueos emocionales al iniciar la tarea de avanzar en la solución del problema y ganar una hermosa relación fortalecida en la unión, la comprensión y la madurez.

Cuando abordamos estas situaciones desde la perspectiva de la desesperación o el dolor desgarrador, pocas posibilidades existen de sanar a la pareja. Más bien, esa perspectiva solo complicará las cosas, los hará vivir una relación tortuosa y es posible que lleguen a la separación sin haber aprendido nada de ellos mismos, volviendo a generar los mismos inconvenientes en sus nuevas relaciones de pareja.

La serenidad, la paz, la inteligencia y la neutralidad son muy importantes. Si te sientes tan atrapado en las emociones que te impiden estar en paz, primero trabaja ese tema interno tuyo y luego puedes ayudar a resolución de los problemas de tu pareja. Antes de hacer eso, solo se logran más enredos emocionales que no los llevaran a ningún lado. Cuando realmente te sientes tranquilo y sereno, podrás descubrir el camino y será mucho más sencillo y más rápido.

Cuando recién comenzaba a trabajar con parejas y sus problemas, a veces los veía tan complicados que realmente me daban deseos de decirles que terminaran todo de una vez. Pero como siempre he sabido que el amor hace milagros, no podía hacerlo. Luego siempre sucedió que cuando al menos uno de los dos ganaba paz interior, las cosas se resolvían muy rápidamente. Ha sido increíble la experiencia de ver como el amor hace esos milagros.

Cuando te das cuenta de que tu pareja tiene algunos vicios, algunas debilidades, algunas costumbres o algunos comportamientos que no favorecen su propia vida y la vida en pareja, no hay más alternativa que trabajar en ellos con sabiduría y amor. Cuando ves con claridad y neutralidad  lo que le sucede podrás ayudarle fácilmente.  Si te abocas a quejarte como un niño que quiere que lo atiendan estarás en una condición desfavorable que no te ayudará.

Si quieres que tu relación se sane, es necesario instalarse en el verdadero problemas, o mejor dicho, en las profundidades del problema. Una vez que estas allí será fácil comprender lo que le sucede a tu pareja. Por lo general, descubrirás que no ha podido hacer mas debido a grandes bloqueos emocionales que probablemente se han originado en su infancia y que pese a todos tus reclamos no ha podido resolver. Esta puede ser la mejor oportunidad para que tu pareja supere sus aprendizajes erróneos, esta puede ser la mejor oportunidad para que la relación crezca y se desarrolle maravillosamente.

Una vez que te adentras en las verdaderas razones que sustentan los problemas de tu pareja podrás evaluar su gravedad. Siempre serás libre para querer participar de esa sanación, nadie puede obligarte a que te quedes allí. Puedes optar por decidir que eso supera tus límites y te irás con paz y en armonía. Aun en este caso, hasta es posible que quieras seguir ayudando a tu pareja aun después de haber roto la relación. Eso es algo que puedes elegir también.

Sin embargo, me ha sorprendido que la pareja sea capaz de resistir inmensos inconvenientes que pueden ser superados después de alcanzar el entendimiento. Generalmente una pareja se ha unido por alguna atracción especial que la hace resistente a tantas situaciones que juntos pueden superar en armonía y paz. Una pareja tiene una razón de existir, tiene alguna tarea que realizar, tiene alguna misteriosa labor que cumplir que es sustentada por aquellas realidades sutiles que casi nunca podemos explicar con la lógica.

Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas.

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domingo, 4 de marzo de 2012

Cuando amas y no te aman


Cuando amas a una persona y sientes que tu amor no es correspondido, tienes tres posibilidades: seguir amándola, seguir amándola y seguir amándola. Sea como sea el resultado de tus expectativas, tu única alternativa será seguir amando a esa persona. Eso es así porque el amor es la energía vital que no tiene ninguna otra función que ser emanada desde el centro del corazón sin importar como va a ser recibida.

No podemos estar midiendo cuanta energía vamos a emanar de acuerdo a como se va a valorar o a recibir. El universo no fue creado así. La energía del amor es tan natural, fuerte y poderosa, que no podemos atribuirnos la tarea de regular su flujo. El flujo del amor es eterno e infinito y es imposible de detener o dosificar.

Cuando amas no tienes más nada que hacer con ese amor que emanarlo. Si quieres recibir algo a cambio estas en un error que te hará sufrir, porque el amor no ha sido creado para obtener algo a cambio. Su naturaleza es incondicional, o sea, no hay ninguna condición especial para que pueda existir, simplemente es y siempre está fluyendo.

Cuando esperas que tu amor genere ciertos resultados, ya no estás moviéndote en el ámbito del amor, sino, estas en el ámbito de las transacciones y eso corresponden al área de los negocios. Pero aun en los negocios rige el amor, porque las transacciones se realizan en libertad. Tú me das y yo te doy y ambos quedamos conformes. No puedes obligar o presionar a nadie para que haga transacciones contigo, solo si ambos están de acuerdo en los términos, se puede hacer la transacción. El perfecto negocio es aquel que deja conforme y feliz a ambas partes.

Si en el área de los negocios no puedes presionar a la otra parte para hacer transacciones satisfactorias, imagínate lo nefasto que puede resultar tratar de hacer esto en el área de pareja. La persona que amas no tiene que responderte de tal o cual manera, aunque tú así lo quisieras. Puedes tener tus expectativas, pero no puedes presionar para que eso sea como quieres que sea.

Solo tus expectativas te pueden hacer sufrir, nunca el amor que sientes. El amor que sientes solo puede ser fuente de felicidad a menos que lo quieras encerrar dentro de las condiciones que estás queriendo imponer.

Cuando te abocas al amor, sin el deseo de cumplir tus expectativas, te enfocas en el verdadero sentimiento que solo te aportará felicidad. El hecho de sentirte feliz y completo por llenarte de amor hará que lo irradies. Si estas irradiando amor, este se manifestará en tu vida. Por consiguiente este te llevará a ese lugar en que puedas compartirlo y disfrutarlo junto a tu ser amado.

La única posibilidad de que tu amado pueda llegar a querer compartir su amor contigo, será sintiendo y emanando el amor que tienes por él en forma libre y gratuitamente. Si aun así, él no quisiera compartir su amor contigo, no tienes más que seguir amándolo. ¿Qué más podrías hacer?

Hay que considerar que el amor es la única energía que puede hacer milagros y se convierte en una puerta abierta para que tu amado pueda recapacitar y decidirse para querer disfrutar de tu compañía y quiera elevar sus alas para volar hacia ti. No existe fuerza mayor que pudiera mover lo que se encuentra estancado. Sin embargo, eso no puede ser presionado.

Curiosamente, mientras más  libre es la emanación del amor, más poderoso se torna. Mientras más libertad entregue, más cerca se percibe. Mientras menos se necesite, mas llega. Mientras menos frutos se esperen de él, mas se cosecha.

Conozco una persona que ha inspirado este artículo, que ha esperado a su amado por más de 10 años. Desde hace algún tiempo, ella ha comenzado a relajar sus expectativas y se ha dedicado a ser feliz disfrutando de su amor emanado libe desde de su corazón. Lo que nunca nadie podría haber diagnosticado está a punto de suceder, su amado ha comenzado a organizar su vida para compartir su amor y puede que resulte. ¡Claro que sí! El amor es capaz de hacer eso y mucho más.

Si amas y no te aman, no importa. Puedes regocijarte solo en ese amor. Lo demás se encuentra en los terrenos de lo sobre natural y en el misterio del amor, que muchas veces no comprendemos con el intelecto porque son cosas del corazón.

Patricia González.
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