martes, 17 de enero de 2012

Encontrar el amor ideal


El amor es tan respetuoso, tan sabio y tan perfecto que no puede llegar a donde no ha sido reconocido. A veces esperamos y esperamos por muchos años su llegada creyendo que lo hemos estado invitando. Sentimos que se resiste a nuestra invitación, pensamos, por ejemplo, que no somos dignos de su presencia, que no estamos siendo impecables, que somos imperfectos o feos, que no tenemos nada interesante que ofrecerle o que no somos merecedores de tan digna y honorable presencia. No nos hemos dado cuenta de que no lo hemos estado reconociendo.

El amor no es un ente que anda lejos y que puede venir o no venir a visitarnos, aceptar o no aceptar nuestra invitación, decirnos sí o decirnos no. El amor simplemente siempre está presente, porque nosotros estamos hechos de amor y todo lo que existe es solo amor. El amor está en el aire, ¿cómo podemos esperar que venga a visitarnos? El amor ya está, siempre ha estado,  siempre estará, alrededor de nosotros, sobre nosotros, debajo de nosotros y dentro de nosotros. Nunca se ha ido. Respiramos amor las 24 hrs del día.

Esos lapsos de su supuesta ausencia no corresponden a su verdadera ausencia, corresponde a la negación de su presencia y solo nosotros los seres humanos podemos soñar con semejante ilusión.  Creer que el amor no está disponible para nosotros materializado en una pareja es algo que podemos modificar ahora mismo. Cuando reconocemos que todos somos amor y que estamos unidos por medio del amor nos sentiremos más serenos, más seguros y ésta confianza hará que las personas afines a nosotros se nos quieran acercar.

Cuando irradiamos la seguridad de ser parte del amor, nos relacionamos desde una perspectiva de inclusión, de compañerismo, de solidaridad, de colaboración y unión. Cuando caminamos por la vida con esta luz, muchas serán las personas que querrán compartir nuestra vida. Es posible  que no seamos tan perfectos físicamente hablando, pero tendremos un magnetismo que atraerá a todas las personas que vibren en esa misma vibración. El amor materializado en una persona ideal que pueda acompañarte en la vida llegará sólo después de que tú hayas reconocido el amor en ti y en todas partes.

Cuando pensamos que estamos vacios de amor y que necesitamos que llegue nuestra pareja ideal para llenar ese hueco que nos duele, nos rodeamos de un espacio que rechaza al amor. Caminamos con el inmenso forado que rodea nuestra aura y comenzamos a ser invisibles para las demás personas. Nadie puede verte si estas disfrazado(a) con un hueco de amor.  Es posible que en esas condiciones conozcas a alguien que quiera acompañarte, pero ese alguien habrá llegado a ti por atracción de tu falencia y no por amor suficiente para construir una pareja fabulosa. Es posible  atraigas personas que quieran aprovecharse de tus energías, como por ejemplo, una pareja que sea posesiva y quiera alimentar su don de mando a través de ti o una pareja que se aproveche del miedo que sientes a estar desvalido(a).

La mayoría de las parejas que se unen bajo fuertes sentimientos de desvalorización personal, generalmente forman relaciones que se sustentan en un intercambio o robo de energía. Uno da lo que al otro le falta, por ejemplo, uno da protección a cambio de la autorización del otro para ser celoso(a) o a cambio se seguir con algún vicio. Muchas veces las personas que establecen este tipo de relaciones tienen mucha dificultad para romperlas, porque al hacerlo, dejará de recibir lo que le dan, aunque a veces sea muy poco, preferirá la seguridad de obtener esas migajas antes que correr el riesgo de perderlo todo. No cree que pueda haber algo mejor, duda de su merecimiento. Claro está, que estas relaciones enfermas pueden sanar completamente si ambos se disponen a crecer.

Cuando haces un reconocimiento de que tú eres amor, tu parada frente a la vida es tan distinta que no necesitas llenar ningún hueco y no hay necesidad de completarte a través de una persona. Cuando te sientes así, estas dispuesto(a) a compartir tu experiencia, tu crecimiento y tu toda tu vida con alguien que también se encuentra en esa misma línea. Tus pasos son más apacibles y más serenos, lo que te permitirá atraer personas que sientan igual a ti. Aumentaras increíblemente las posibilidades de encontrar a la pareja de tus sueños, la que estará dispuesta a compartir toda su vida contigo en una atmósfera de paz, armonía y amor suficiente para sostener la relación en los momentos complicados que pudieran aparecer en el camino.

Es de imaginar lo que sucederá en tu vida si te sientes lleno de amor y seguridad interior. Estarás invitando irresistiblemente a muchos pretendientes, estarás dispuesto(A) a experimentar, evaluarás con más calma una posible relación, no te dejaras engañar por lo que quieres ver en la persona presionándola a que sea como tú quieres, la aceptaras tal cual es y gozaras de sus locuras sin que eso haga sufrir a ninguno de los dos.

Puedes comenzar a reconocer el amor que tienes dentro, vestirte con amor, caminar con amor, saludar con mas amor, bailar con mas amor, trabajar con mas amor, perfumarte de amor y te aseguro que tendrás amores para regodearte. Recordemos que nos enamoramos de quienes nos parecen personas seguras, confiables, enteras, sanas y fuertes en todo el sentido de la palabra. Puedes definir con mucha exactitud las virtudes que esperas de tu pareja ideal y esto aumentará la nitidez para distinguirla de entre todas personas que se acercarán. Te presente que nadie está dispuesto a enamorarse de un ser debilucho porque la naturaleza del ser humano es asegurar su reproducción. Necesitamos reconocernos sanos física, mental y espiritualmente para formar esa pareja ideal con la que soñamos. No se necesitas que seas perfecto, se requiere que te ames tal cual eres y estés dispuesto(a) a mejorar.

El amor es tan respetuoso, tan sabio y tan perfecto que sabe dónde puede llegar, donde puede crecer y multiplicarse. Nosotros podemos abonar el terreno y dejarlo estar para que ilumine nuestras vidas con su honorable presencia.


Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

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martes, 10 de enero de 2012

Cuando sientes que tu pareja te limita


Muchas veces nos sentimos agobiados y limitados debido a que nuestra pareja no nos acompaña, no nos colabora o no nos ayuda a concretar alguna actividad, algún plan o un deseo personal. Es posible que tu pareja ni siquiera te escuche o que te diga que estas equivocado(a) o que simplemente se oponga fervientemente a que tu procedas con ese plan.

Cuando estamos en medio de esas situaciones, nos sentimos restringidos y limitados, dependientes de la voluntad de nuestra pareja y muchas veces nos agobiamos hasta abortar las ideas que tenemos en la mente.  Luego sentimos que nuestra pareja está evitando nuestro desarrollo. En cierto nivel tienes razón y en otro nivel no.

Todos hemos vivido momentos muy gratificantes cuando nuestra pareja nos puede colaborar, apoyar, animar, empujar y hasta  hacer que nos elevemos lo suficiente para concretar algún proyecto personal. Sin embargo, cuando eso no sucede, cuando quedamos solos, también se puede lograr avanzar.

Nuestra pareja viene de un mundo distinto  al nuestro y es posible que no advierta el potencial que tiene tu proyecto, también puede suceder que no crea en tu capacidad para llevarlo a cabo o que simplemente no crea en el proyecto en sí mismo.  Es deseable que los dos sean capaces de conversar en armonía, con respeto mutuo, planteando las opiniones  de cada uno, las razones, las dudas que tienen, para tratar de entender ambas posiciones. Si existe la suficiente confianza y la suficiente comprensión se puede llegar a un acuerdo que deje conforme a los dos. Pero si aun eso no es posible, también  se puede lograr avanzar.

Lo más importante de esta situación está en la fuerza de tu idea. Es muy posible que tu idea haya nacido desde el centro de tu corazón y que creas en ella aun sin saber por qué. Puedes sentir que es verdadera, que es importante para ti, que es valiosa y que su manifestación será un bien para ti, tu familia y todos los que te rodean. Es posible que se trate de un gran anhelo postergado y que le ha llegado la hora de crecer, es posible que estés decidido(a) y estés muy claro(a) que lo necesitas. Si estás sintiendo esa fuerza magnifica que te empuja a moverte, es muy posible que ninguna oposición te detenga y sabrás buscar la manera de avanzar en medio de las dificultades, aunque tu pareja no te apoye o se oponga rotundamente.

El problema se presenta cuando estas dudoso(a) de tu idea, de su validez,  de la visión que tengas, de la certeza de su logro o de tu capacidad para desarrollarla. Entonces buscarás un soporte, una guía, una ayuda, una validación de otras personas como es tu pareja. Si ésta no lo hace, pensarás que esa es la razón de tu impedimento, sin advertir las verdaderas razones: no creer en ti y en tu proyecto.

En mi caso, hasta el día de hoy escucho a mi madre decir que no pudo estudiar pedagogía a causa de que mi padre se negó a que lo hiciera, ella lo cree así hasta la fecha. Pero también recuerdo el caso de una vecina que decidió comprar un automóvil nuevo aunque su remuneración mensual superaba el valor de la cuota de su compra. Ella me contaba que su marido se negó rotundamente, pero ella se atrevió, lo compró y pagó las cuotas sin falta debido a que todas las mañanas llevaba en su auto nuevo a unos alumnos del colegio donde trabajaba y recibía mensualmente la cantidad necesaria para hacerlo. Inicialmente su marido no creyó en su proyecto, pero ella sí. Más tarde, él reconoció  que su esposa era brillante para tener ideas innovadoras como esas y se dejó asesorar por ella para tomar otras decisiones, como realizar la autoconstrucción de la hermosa y gran casa que tienen ahora, en un terreno que compraron por un valor muy económico. ¡Qué ejemplo!

Muchas veces dejamos decisiones personales en manos de otras personas delegando nuestra responsabilidad en su concreción. La verdadera causa no es la aprobación de los que nos rodean, la verdadera causa es la aprobación que nosotros mismos nos damos.

Cuando sientas deseos de culpar o responsabilizar a tu pareja por algo que te impide hacer, comienza a reconocer las razones internas que tienes para dejar que eso suceda. Analiza tu proyecto, decide si es importante y elije si lo harás asumiendo toda la responsabilidad.

Nadie puede impedir que crezcas y menos tu pareja que después te valorará mucho mas. Si tu proyecto fracasa, puede suceder que tu pareja aproveche la oportunidad de confirmar su teoría de que no iba a resultar, pero eso es un riesgo que puedes correr tranquilamente, ya que la experiencia te va a fortalecer y al siguiente intento tendrás mayores posibilidades de triunfar.

Recuerdo que mi ex esposo nunca creyó algunas ideas mías en relación a mis estudios espirituales, me decía cosas muy fuertes que a veces me dolieron mucho y yo seguí sin detenerme. Muchas veces lloré, pero seguí. Ahora, que tiene otra pareja viene a pedirme consejos para su nueva relación y también me solicita consejos relacionados a la educación, la alimentación y la salud de hermosa hijita de 2 años.

Tus decisiones dependen de ti, de la fe que te tengas, de lo verdadero que te parezca tu proyecto en tu interior. Si dudas que sea una buena idea, la puedes postergar hasta que te aclares y luego puedes poner manos a la obra. Vinimos a esta vida a experimentar y si realmente quieres entrar a la aventura, sortearás todos los obstáculos y serás más valorado(a) que antes.

Patricia González
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