He escrito varias veces la idea de
que la pareja es la mejor instancia para aprender muchas cosas demasiado
importantes y significativas para la vida de ambos integrantes. La relación de
pareja, más que cualquier otra relación, involucra todos los aspectos del ser,
desde lo físico, las ideas y creencias, las emociones hasta la espiritualidad.
Todos estos aspectos se encuentran
relacionados y enlazados de tal manera que la relación puede tener
un valor de riqueza maravillosa si ambos tienen un cierto nivel de entendimiento mutuo que lo hace posible. Pero ya sabemos, no nos ha resultado fácil entendernos y comprendernos para conseguir ese tipo de relación que pueda coexistir en la grandeza a la que está llamada a experimentar.
un valor de riqueza maravillosa si ambos tienen un cierto nivel de entendimiento mutuo que lo hace posible. Pero ya sabemos, no nos ha resultado fácil entendernos y comprendernos para conseguir ese tipo de relación que pueda coexistir en la grandeza a la que está llamada a experimentar.
Es natural que cada pareja encuentre muchos desafíos a
los cuales enfrentarse y que a veces la dejan en un estado de fragilidad o daño
que parece irreparable. Pero, aunque sus integrantes se encuentren haciendo
frente a un cumulo de retos, siempre existe mucho por rescatar como experiencia y
aprendizaje, tanto para la relación, como para cada uno en particular.
Todo lo que sucede al interior de la
pareja, es algo que tenia que suceder. Los desafíos no han llegado por mala
suerte. Se trata de comprender que ninguno de los dos es el culpable, aunque a
simple vista parece que lo fueran. Si miramos la relación desde una perspectiva
mucho mas amplia de la que acostumbramos a observar, nos daremos cuenta que
todo lo que pueda estar sucediendo, tiene una gran explicación y una gran
lección que dejar como legado. Detrás del supuesto caos o calamidad, siempre
existirá un tesoro de valor que descubrir.
Uno de las más grandes inconvenientes
que puede afectar a la pareja no es exactamente la presencia de sus desafíos y
problemas que tengan que enfrentar. El mayor reto se encuentra en el nivel de
cordura, sensatez y madurez que puedan estar dispuestos a alcanzar para
enfrentar esos desacuerdos o esa pugna que pudiera generarse a causa de ellos.
Casi con seguridad, una pareja madura
y feliz ha tenido que enfrentar eventos muy fuertes. que si no hubiera sido por
la sabiduría que mantuvieron ambos al enfrentarlos, posiblemente hubieran
sucumbido en el tiempo y en el esfuerzo que se requería para conseguir
sobreponerse y volver al entendimiento necesario para triunfar.
Con mucha rapidez, casi sin darnos
cuenta, lo primero que hacemos cuando se presentan los inconvenientes, es
buscar al responsable y al culpable de todo, sin pasar al siguiente nivel que
contempla el análisis de la situación y el dedicarse a la búsqueda de las
soluciones.
Esto es muy común en las relaciones
de las personas. Recuerdo que cuando trabaja para algunas instituciones, en
todas, sin excepción, encontré el mismo patrón de comportamiento. Muy raras
veces, por no decir que nunca, observé que se pasara al siguiente nivel de
buscar las soluciones a las deficiencias que se podían detectar en el desempeño
de alguna persona o en su manera de ser. Era muy común quedarse detenidos en la
identificación del posible causante de los problemas y todo terminaba allí. Las
tareas de la institución no eran perfeccionadas, ni mejoradas en ningún
aspecto. El mayor objetivo era encontrar al culpable de todo, hacer juicio de él y hasta
despedirlo.
En las relaciones de pareja se puede
observar este mismo comportamiento de manera habitual, dejando que el rumbo de
la relación se quede sin perfeccionar, sin crecer, sin mejorar y perdiéndose la
oportunidad de la dicha que podría alcanzar.
Es verdad que pueden presentarse
desafíos muy grandes, donde pueden estar involucrados los niveles físicos,
mentales, emocionales y también los espirituales. Pero de eso se trata esta
aventura. De encontrarse con lo que falta por ver, lo que falta por superar, lo
que falta por madurar y lo que falta por hacer.
Si en estos momentos te encuentras en
una relación que vive en una lucha, en una pugna, en una permanente batalla, significa
que queda mucho por hacer y crecer para ambos. En vez de hacer decaer tus energías,
tu poder y tu coraje, puedes darte cuenta de que es cuando mas necesitas
empoderarte.
Esa situación no esta puesta al
frente de ti para que quieras taparte los ojos y huir. Es posible que lo hayas
hecho anteriormente y por eso te vuelves a encontrar otra vez con lo mismo. Puedes
darte cuenta de que esta relación tiene algo muy valioso para ti, tanto como
para tu pareja. Ambos pueden revisarse y pasar al siguiente nivel de madurez,
que es donde todo se resuelve.
¿Crees que no se puede resolver? quizás
no lo has intentado con todo tu corazón.
Coach personal para alcanza tu bienestar y objetivos personales
Sesiones presencial
o virtual
Solicita tu Sesión
de Evaluación Gratis
A veces la
vida te presenta situaciones difíciles de superar para ti, en las áreas de
salud, económica y/o relaciones. Sabes que estas situaciones las creas tú, pero
hasta la fecha no has podido comprender, como es que las estas creando, no
encuentras una salida y te gustaría que alguien pudiera ayudarte a ver como
salir de allí.
Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas
Recibe artículos de Abundancia en tu correo electrónico suscribiéndote
al Blog:
No hay comentarios:
Publicar un comentario